Lu perna: la curiosidad..
Lu perna: las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarle el ánima
Lu perna: se hundió en una amable geografía, en un mundo fácil, ideal; un mundo como diseñado por un niño, sin ecuaciones algebraicas, sin despedidas amorosas y sin fuerzas de gravedad
Lu perna: so we sailed up to the sun
Lu perna: no esperaba nada –mintió. Yo no tengo quien me escriba
Lu perna: el sol salió con tanta fuerza que la claridad crugió como un balandro , el aire lavado por la llovizna de tres días se llenó de hormigas voladoras
Lu perna: la encontro muerta de amor en la cama, con los ojos radiantes y la piel recién nacida
Lu perna: todo lo cotidiano tenia para ella algo de sobrenatural
Lu perna: ese retrato dejó de pertenecerte hace mucho tiempo
Lu perna: decidió por aquellos años que en las calles del pueblo se sembraran almendros, y descubrió sin revelarlos nunca los métodos para hacerlos eternos
Lu perna: fascinado por una realidad inmediata que entonces le resultó más fantástica que su imaginación
Lu perna: siguió alejándose, hasta que tuvo conciencia de estar tan lejos, que ya no pensó en regresar
Lu perna: poco a poco, se fue contaminando de ansiedad
Lu perna: se encontraron de pronto perdidos en sus propias calles
Lu perna: el primer aguacero del año se esperaba entonces con tanta ansiedad como había de rogarse seis meses después que escampara para siempre
Lu perna: no hubo rincón que no registrara, ni nada bueno que no quisiera mejorar
Lu perna: el aire tenía olor a rosas y el cielo era el más diáfano del mundo
Lu perna: el día en que llegó, lo recibió un extraño y calido atardecer; por que una vez más el mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y desde abajo muchos supimos ver aquella extraña llovizna de minúsculas flores amarillas. GGM 17-04-14
Lu perna: contempló las calles desoladas, el agua cristalizada el los almendros, y se encontró perdido en la soledad
Lu perna: siguió expuesto al sol y a la lluvia, como si las sogas fueran innecesarias, porque un dominio superior a cualquier atadura visible lo mantenía amarrado al tronco del castaño
Lu perna: recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable
Lu perna: el viento de las tumbas entraba por las ventanas y salía por las puertas del patio, y dejaba las paredes blanqueadas y los muebles curtidos por el salitre de los muertos
Lu perna: preguntandose asombrado como había llegado a ese abismo de desamparo
Lu perna: le enseñó lo único que tenía que saber para el amor: que a la vida no la enseña nadie
Lu perna: por lo menos una vez se pareció al amor
Lu perna: no se sentía mejor, por supuesto, pero tampoco peor
Lu perna: había necesitado muchos años de sufrimiento y miseria para conquistar los privilegios de la soledad
Lu perna: dice que se está muriendo por mí, como si yo fuera un cólico miserere
Lu perna: ...y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria
Lu perna: se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas