Xeniabc:
Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan: Escapan serafines y soldados de satán...
Xeniabc:
Imaginé que volverías como dijiste, Pero crecí y olvidé tu nombre. (Creo que te inventé en mi mente).
Xeniabc:
Las estrellas salen valseando en azul y rojo, Sin sentir galopa la negrura: Cierro los ojos y el mundo muere.
Xeniabc:
Soñé que me hechizabas en la cama Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente. (Creo que te inventé en mi mente).
Xeniabc:
¡Oh, corazón, tanto desorden! las estrellas se encienden como cifras terribles, los párpados de ella recitan el abecedario.
Xeniabc:
Cierro los ojos y el mundo muere; Levanto los párpados y nace todo nuevamente. (Creo que te inventé en mi mente).
Xeniabc:
No confío en el espíritu. Se escapa en sueños como vapor, a través de la boca o del ojo. No puedo detenerlo. Un día no volverá.
Xeniabc:
Entonces se sienta... Contemplando un mundo claro como el agua. Un rojo retazo en su pequeño puño.
Xeniabc:
con tus licores escurriéndose hacia mí, en esta cápsula de vidrio. Apagada y silenciosa. Pero descolorida. Descolorida.
Xeniabc:
Puse mis manos en medio de las flamas. De ningún modo quemaron. Y esto me dejo exhausta para vigilarlas.
Xeniabc:
Los niños muertos, ovillados, blancas serpientes, uno a cada pequeña jarra de leche ahora vacía.
Xeniabc:
Desatan sus lunas, mes tras mes, sin propósito. La inundación de sangre es la inundación de amor.
Xeniabc:
Me los imagino sin padre ni madre, como los primeros dioses. Se van a preguntar si fui importante.
Xeniabc:
Me van a envolver en vendas, van a guardar mi corazón bajo mis pies en un paquete prolijo. Difícilmente me reconoceré. Va a estar oscuro