Pedro Soler Bueno: El hombre es un animal racional, pero no un animal razonable.
Pedro Soler Bueno: ¡Envejece conmigo! Lo mejor está aún por llegar
Pedro Soler Bueno: Los hijos, cuando son pequeños, entontecen a sus padres; cuando son mayores, los enloquecen
Pedro Soler Bueno: La amistad no se agradece, se corresponde
Pedro Soler Bueno: Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar
Pedro Soler Bueno: El perro es el único ser que te quiere más que tú mismo
Pedro Soler Bueno: Los que en realidad aman la vida son aquellos que están envejeciendo
Pedro Soler Bueno: Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice
Pedro Soler Bueno: Vive tu vida de modo que siempre que pierdas, sigas adelante
Pedro Soler Bueno: Las palabras son todo lo que tenemos
Pedro Soler Bueno: Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo
Pedro Soler Bueno: Estar en compañía no es estar con alguien, sino estar en alguien
Pedro Soler Bueno: Todo aquel que lee, deja en un cajón de sus recuerdos una anécdota más para su existir
Pedro Soler Bueno: La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias
Pedro Soler Bueno: La mujer es como una sombra: no podrás atraparla, pero tampoco huir de ella
Pedro Soler Bueno: Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad
Pedro Soler Bueno: A veces el padre más pobre deja a sus hijos la herencia más rica
Pedro Soler Bueno: La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo
Pedro Soler Bueno: La buena comunicación estimula tanto como el café y quita el sueño en igual medida
Pedro Soler Bueno: Buenos son los viejos amigos pero sólo a viejos llegan los buenos amigos
Pedro Soler Bueno: El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan