AndreaCorDieulafoy: Fue el cuerno afilado con premeditación el que atravesó estómago. Vientre que en época de cerezas se saciaba de carne. Ego encornado que con el paso de los años dejó de ser Don Juan para ser pronunciado roble.
AndreaCorDieulafoy: Cabalgas por mi mente trotando, a galope, sin descanso. ¡Jinete sustituto, ven a paso medio, vence y ponle freno!
AndreaCorDieulafoy: Soy pez entre nenúfares; Ninfea en cólera excelsa. Hombres inmortales que son flecha.
AndreaCorDieulafoy: - Tienes ojos de gata- repetías, ojos de gata. Y no fue arañazo, sino mordedura; no laceración de perro, sí víbora: engulléndote, con herida tóxica previa.
AndreaCorDieulafoy: Su amor se fue roiendo; el amor de aquellos que habían prometido su querer hasta el fin de sus días. Fue entonces cuando llegaron a la conclusión de que incluso el pensamiento de lo eterno es efímero, como efímero es cualquier pensamiento.
AndreaCorDieulafoy: Libélula liviana en Liébana.
AndreaCorDieulafoy: Tiempo cíclico que rasga lo lineal con lo extraordinario; y en su transcurso, vuelve a ser de nuevo línea para convertirse en punto.
AndreaCorDieulafoy: Arácnidos
AndreaCorDieulafoy: Intentando descubrir lo impenetrable; arañando lo accesible.