AndreaCorDieulafoy: Quedaron a las seis de la mañana. La luz tiñó el aire de rosa. El rosa le parecía cursi y ella no lo era. Pensó entonces que seguía sin serlo, que simplemente lo era el aire.
AndreaCorDieulafoy: De la nada fui pueblo. Tienda; el mercado me cedió su puesto. Estanco. Fui piscina espantando a riachuelo. Motor que avanza sin tener que pedalear. De pueblo pasé a ser ciudad, ciudad tímida e insegura que alberga necesidad.
AndreaCorDieulafoy: Viajes al sur sin saber cuál es mi norte. Paseos por Albaicín; fui aljibe, nazarí incluso Elvira, agua en otras vidas. Vuelvo al sur sin esta vez preguntarme ni de dónde ni hacia dónde; soy brújula ambulante.
AndreaCorDieulafoy: La llevó hasta la cúpula para mostrarle el infinito. Después de aquel día, realizó actividades de riesgo para volver a apreciarlo; pues había confundido la sensación de vértigo con el concepto de lemniscata.
AndreaCorDieulafoy: Pueblo de luz (con el tiempo el pueblo quedó desierto., mientras la montaña se llenaba de vida)