Agencia Pinocho: Desmontado el moño rojo, seguía la bola pequeña. Abajo esperaban dos operarios con cascos azules.
Agencia Pinocho: Dos hombres arriba: los encargados de asegurar la pieza e irla soltando.
Agencia Pinocho: “Primero movamos aquí el moño y abramos espacio para la descarga”, dijo Jonathan Villada, uno de los operarios.
Agencia Pinocho: “Ya va, ojo, ya la vamos a bajar”, anunciaron desde lo alto. “Hágale, pero bregue a voltiar la bolita”, respondieron desde abajo.
Agencia Pinocho: “¡Cuidado con un vidrio!”, era la advertencia mientras bajaba la pieza. La idea es que no hubiera daños ni en la bolita ni en los ventanales del edificio.
Agencia Pinocho: Abajo y sin un rasguño, el adorno navideño, de unos 30 kilos de peso fue atajado antes de tocar el suelo.
Agencia Pinocho: Mientras arriba ya pensaban en la bajada de las tres bolas restantes; abajo, uno de los trabajadores desataba la bolita para usar nuevamente las cuerdas.
Agencia Pinocho: “¡Para la grande sí necesitamos la polea!”, decían arriba mientras abajo los encargados del transporte cargaban la bola pequeña rumbo a la camioneta en la que viajaría.
Agencia Pinocho: Adiós a la primera bola descargada del Vásquez y que, sin un rasguño en su piel de costal, salió rumbo a una bodega en el centro de la ciudad. “De pronto la vuelven a usar en el próximo diciembre”, vaticinó Jonathan.