Agencia Pinocho:
El fin de semana pasado, cuando se disponía a salir de una finca ubicada en la vereda "El Totumo" (Girardota), a Sandra Chejne no le prendió el carro. En la foto, Carolina López, amiga de Sandra, ayuda a empujar el vehículo.
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Tras varios intentos fallidos de prender el automotor, se concluyó que el problema era de batería. "Primera vez que se me vara", dijo Sandra al ver su nuevo auto "muerto".
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La ingeniera civil no tuvo otra opción que llamar a su compañía de seguros para que le mandaran una grúa que la rescatara. "No tengo cables para iniciar la batería, nos vamos a tener que llevar el carro", sentenció Álvaro, el mecánico del seguro.
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Para poder montar el vehículo a la grúa, Juan, el mayordomo de la finca, tuvo que ir hasta las pesebreras por dos tablas para facilitar la operación.
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Un fuerte crujido asustó a los que presenciaban el acontecimiento, en especial a Sandra, pero todo volvió a la calma cuando notaron que una de las tablas no había soportado el peso del Chevrolet Optra.
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A pesar de que la tabla se partió en dos pedazos, pudo cumplir su función de ayudar a subir el carro.
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"Ay no, qué rabia, esta es como la cuarta vez que llamo grúa", afirmó Sandra cuando aseguraban su auto con una cadena.
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Sandra se dirige con decisión y valentía a la cabina de la grúa para ocupar el puesto de copiloto.
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Resignada, Sandra se despide de sus amigos. "Siquiera tengo este seguro porque sino me quedaría tirada cada rato", concluyó.