Agencia Pinocho:
El 24 de diciembre al mediodía, una burra y su cría son rescatados por la Policía Ambiental de Medellín. Los cuadrúpedos fueron avistados por Vanesa Uribe, vecina del barrio Calasanz, cuando caminaban por la calle Colombia.
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Los animales fueron llevados a cabestro hasta un pequeño remolque estacionado en la carrera 81B con calle 51, donde don Ovidio, de camisa sisa, ayudó a tranquilizar a las bestias.
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Un policía y un empleado de la Facultad de Veterinaria del CES hacen una llave con sus manos para empujar a la burra desde la grupa... pero fue imposible, no se quería mover.
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"No, hermano, la burra está muy resabiada, no se va a dejar subir", afirmó el conductor del vehículo, de camisa rosada.
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"Vea, lo mejor es que subamos al burrito primero y así la burra se monta más fácil", dijo don Ovidio.
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No se sabe quién es el dueño de la burra y su cría, pero según dijo el agente de policía, "si en 24 horas no aparece el propietario, pierde los animales".
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"Listo, ya el burrito está adentro... Y ¡ojo! que la burra puede estar brava, agárrela de la oreja y la empujan de atrás", dijo el agente, renunciando así a mover un dedo en la operación.
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Don Ovidio tuvo que liderar la maniobra y tras cinco minutos la bestia por fin accedió a subir al remolque.
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La burra y su cría iban a ser llevados a la clínica veterinaria del CES para una evaluación médica, ante la mirada curiosa de los vecinos de Calasanz.