De La Urbe:
Una de las piezas expuestas. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Encender las velas es un ritual para nombrar a los desaparecidos. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Y mantenerlas encendidas simboliza su presencia. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Nazly es un interrogante sobre las consecuencias que este conflicto deja en los niños. Sus marcas también necesitan ser sanadas y sus dolores oídos. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Presentes por todas partes estuvieron las imágenes de los desaparecidos, las que cuentan quienes y cómo eran, las que hablan de lo mucho que significan para sus madres, esposas, hermanas e hijas. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Las mujeres que reconstruyeron la historia de sus familiares desaparecidos acompañaron a los invitados a dibujar y contar sus propios recuerdos. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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¿Cómo se dibuja el recuerdo de una pérdida familiar? Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Y ¿cómo se narra? Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Íntima plegaria del padre Antún Ramos. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Sentir dolor por las pérdidas agenas es un primer paso hacia la empatía que nos permita reconocer y aceptar nuestra historia. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Y hacia la reflexión... ¿qué hacer para contribuir al final del silencio en el que nos sumió la guerra? Foto: Sara Castillejo Ditta.
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¿Cómo convertir el dolor en esperanza? Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Terminó la exposición, pero cada una de las mujeres que participó continúa, ahora con más valor, su proceso personal. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Al final se fueron los invitados y quedó Natalia Botero, con algunas de las mamás, despidiéndose de su obra. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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Natalia y Sandra, inagotables, terminando el día con una sonrisa. Foto: Sara Castillejo Ditta.
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-Vamos, hay que salir ya ... Foto: Sara Castillejo Ditta.
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-No, yo me quedo otro ratito. Ya sé que cuando me vaya la van a cerrar... Foto: Sara Castillejo
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Y la sala se quedó vacía de espectadores, pero llena de apariciones. Foto: Sara Castillejo Ditta.