Eduardo González Palomar: Al filo del fundamentalismo
Eduardo González Palomar: La cuna del odio
Eduardo González Palomar: La constante inalterable
Eduardo González Palomar: Ley de banderas
Eduardo González Palomar: La Constitución hecha trizas
Eduardo González Palomar: El hilo de Ariadna
Eduardo González Palomar: Horizonte depresivo
Eduardo González Palomar: El adhesivo más premonitorio
Eduardo González Palomar: Cinismo a todo trapo
Eduardo González Palomar: ¡Cuidado que son poco demócratas!
Eduardo González Palomar: La democracia naufraga junto a la urna
Eduardo González Palomar: Casos de fanatismo político, a montones en la Cataluña nacionalista
Eduardo González Palomar: El partidismo que tira de espaldas
Eduardo González Palomar: El huevo de la serpiente
Eduardo González Palomar: Las paredes hablan en Cataluña
Eduardo González Palomar: Independentismo versus Democracia II
Eduardo González Palomar: Con los nacionalistas llegó la ruina
Eduardo González Palomar: Un colegio de cuidado.
Eduardo González Palomar: Democracia de baja ralea
Eduardo González Palomar: El cuento de nunca acabar
Eduardo González Palomar: Democracia de baja estofa
Eduardo González Palomar: CiU está hecha papilla
Eduardo González Palomar: El bando del superintendente de la camarilla
Eduardo González Palomar: Para sacar partido
Eduardo González Palomar: Anhelos del pueblo